¿Qué es la Política Monetaria y Cuáles Son Sus Herramientas?
Las decisiones políticas adoptadas por los gobiernos y los bancos centrales tienen un impacto enorme en el precio de las monedas y de los pares de divisas. En este artículo explicaremos cómo funciona la política monetaria, quiénes son los actores más influyentes en ella y por qué conviene discernir a los partidarios de una política monetaria dura de los de una flexible.
Redactado por Aaron Akwu, responsable de Formación de Hantec Markets.
¿Qué es la Política Monetaria?
La política monetaria es un instrumento fundamental utilizado por los bancos centrales, como la Reserva Federal de EE. UU., para gestionar la oferta de dinero, las tasas de interés y la estabilidad financiera de un país, jugando un papel fundamental en los mercados financieros y la economía en general.
Los bancos centrales utilizan varias herramientas de política monetaria, como la fijación de las tasas de interés y las operaciones de mercado abierto, para cumplir con los objetivos económicos establecidos. Por ejemplo, durante la crisis financiera global de 2008, los bancos centrales aplicaron políticas monetarias expansivas, reduciendo las tasas de interés e inyectando liquidez en el sistema financiero para estimular el crecimiento económico y estabilizar los mercados.
¿Cómo Funciona la Política Monetaria?
Si queremos saber de qué forma un banco central, como la Reserva Federal de los EE. UU., gestiona la economía de un país, primero debemos entender bien el funcionamiento de la política monetaria. La base de la política monetaria está en las decisiones relativas a las tasas de interés. En la Reserva Federal, el órgano que toma estas decisiones es el Federal Open Market Committee (FOMC).
La tasa de interés es el costo que supone tomar prestado dinero o el retorno producido por los ahorros. Los bancos centrales realizan modificaciones a la tasa de interés para influir en la actividad económica. Bajando las tasas de interés los bancos centrales intentan estimular el endeudamiento y el gasto, lo que puede animar el crecimiento económico. De igual forma, al subirlas intentan enfriar una economía recalentada y controlar la inflación.
La Reserva Federal implementa estos cambios comprando o vendiendo títulos del Estado en el mercado. Cuando adquiere títulos, está inyectando dinero en el sistema bancario y reduciendo las tasas de interés. Cuando los vende, está extrayendo dinero del sistema bancario y elevando las tasas de interés.
Entender bien este mecanismo es fundamental para inversores, empresas y responsables políticos porque impacta directamente en los mercados financieros, el comportamiento de los consumidores y la salud económica en general.
Tipos de Políticas Monetarias
Hay dos tipos fundamentales de políticas monetarias:
1. Política Monetaria Expansiva:
La política monetaria expansiva pretende estimular el crecimiento económico y combatir la recesión. Sus herramientas principales son:
- Reducción de las tasas de interés: los bancos centrales, como la Reserva Federal de los EE. UU. o el Banco Central Europeo, pueden reducir la tasa de interés que cargan a las instituciones financieras por tomar fondos en préstamo. De esta forma, los bancos tienen un incentivo para prestar dinero con menos restricciones a clientes y empresas.
- Operaciones de mercado abierto: los bancos centrales pueden comprar títulos o bonos del Estado en el mercado, inyectando así dinero en el sistema financiero. Esto aumenta la oferta de dinero, reduciéndose las tasas de interés y estimulándose el gasto y el endeudamiento.
- Reducciones del requerimiento de reservas: los bancos centrales pueden reducir el requerimiento de reservas de los bancos, permitiéndoles prestar más capital procedente de sus depósitos. Esto también aumenta la oferta de dinero.
- La política monetaria expansiva suele emplearse en momentos de recesión económica para producir un incremento en el gasto de los consumidores, así como en la inversión por parte de las empresas y en la creación de puestos de trabajo.
2. Política Monetaria Contractiva:
La política monetaria contractiva se utiliza para enfriar una economía recalentada o combatir la inflación. Sus herramientas principales son:
- Incrementos en las tasas de interés: los bancos centrales pueden aumentar la tasa de interés que cargan a las instituciones financieras por tomar fondos en préstamo. Esto incrementa el costo del endeudamiento para consumidores y empresas, reduciéndose el gasto y la inversión.
- Operaciones de mercado abierto: los bancos centrales pueden vender títulos o bonos del Estado, absorbiendo así dinero del sistema financiero. Esto reduce la oferta de dinero, elevándose las tasas de interés y desalentándose el gasto y el endeudamiento.
- Incrementos del requerimiento de reservas: los bancos centrales pueden aumentar el requerimiento de reservas de los bancos, minorando las cantidades que estos pueden prestar y reduciendo así la oferta de dinero.
La política monetaria contractiva se utiliza cuando una economía crece muy rápidamente, lo que produce presiones inflacionistas. Al reducir el gasto y el endeudamiento, los bancos centrales intentan estabilizar los precios y prevenir un recalentamiento de la economía.
Los bancos centrales suelen utilizar una combinación de estas herramientas para implementar la estrategia monetaria elegida, con el objetivo principal de alcanzar la estabilidad de precios y promover un crecimiento económico sostenible. La tasa de interés de los fondos federales («federal funds rate», en inglés) es la tasa de interés a la que se prestan sus fondos de un día para otro las instituciones financieras entre sí y supone un instrumento fundamental para la ejecución de estas políticas.
Objetivos de la Política Monetaria
Los objetivos de la política monetaria son los siguientes:
- Estabilidad de precios: uno de los principales objetivos de la política monetaria es mantener la inflación en niveles bajos y estables. Por ello, los bancos centrales se fijan una meta para la tasa de inflación, como el 2%. Esa cifra es el objetivo de tasa de inflación anual del país. Controlando la inflación, los bancos centrales intentan que su moneda no pierda poder adquisitivo para favorecer la estabilidad económica del país.
- Maximización del empleo: otro objetivo fundamental es alcanzar el máximo empleo en la economía y que este sea sostenible. Si bien esto no puede expresarse en una cifra, para evaluar las condiciones de empleo los bancos centrales utilizan algunos indicadores propios del mercado laboral, como la tasa de desempleo. El objetivo es fomentar un entorno en el que el mayor número posible de personas tengan trabajo sin provocar una inflación excesiva.
- Influir en las tasas de interés del mercado: los bancos centrales influyen en las tasas de interés del mercado a través de las tasas de interés que ellos fijan, como la tasa de los fondos federales para EE. UU. o la de los repos para otros países. Estas tasas influyen en los costos del endeudamiento para hogares y empresas. Los bancos centrales pueden fijar objetivos específicos para cada una de estas tasas, como por ejemplo mantenerlas alrededor de un determinado valor porcentual.
- Fijación del tipo de cambio: algunos países aspiran a tener un régimen de tipo de cambio fijo. En este caso, su objetivo es mantener un tipo de cambio concreto respecto de otra divisa o cesta de divisas. Por ejemplo, un país podría intentar que su divisa se mantuviera en una cotización de USD 1 = CNY 7. Para alcanzar este objetivo es preciso intervenir en el mercado de divisas y ajustar la política monetaria en caso necesario para estabilizar el tipo de cambio fijo.
- Estabilidad financiera: aunque no es algo que se suela expresar en cifras, los bancos centrales también trabajan para garantizar la estabilidad del sistema financiero. Monitorean varios indicadores, como las prácticas bancarias respecto al préstamo de fondos y los precios de los activos, de cara a prevenir posibles crisis financieras y mantener el buen funcionamiento en los mercados.
- Interacción con la política fiscal: es fundamental tener en cuenta que la política monetaria de los bancos centrales interacciona con la política fiscal, que es el uso que hacen los gobiernos del gasto y los impuestos. La política fiscal tiene objetivos propios, como alcanzar un déficit o superávit presupuestario determinado, y estos objetivos pueden impactar en las decisiones de política monetaria que tomen los bancos centrales. Por ejemplo, ante una política fiscal expansiva (incremento del gasto público), un banco central podría ajustar su política monetaria para contrarrestar las presiones inflacionarias producidas por aquella.
- Préstamos bancarios: los bancos centrales suelen prestar atención también al volumen de capital prestado por las entidades financieras, incluyendo los préstamos a hogares y empresas, con el objetivo de asegurar que el sistema bancario está proporcionando el crédito suficiente para financiar el crecimiento económico sin incurrir en riesgos innecesarios que podrían acarrear inestabilidad financiera.
Herramientas de Política Monetaria
Estas son algunas herramientas clave de la política monetaria:
- Tasas de interés: los bancos centrales, como la Reserva Federal de Estados Unidos, están autorizados para fijar las tasas de interés, incluyendo la tasa de interés de los fondos federales. Ajustando estas tasas, los bancos centrales influyen en el costo del endeudamiento y de los préstamos de la banca comercial y esto, a su vez, afecta a la economía en su conjunto.
- Operaciones de mercado abierto: muchos bancos centrales ponen en marcha operaciones de mercado abierto para comprar o vender títulos del Estado en el mercado. Cuando un banco central adquiere títulos, está inyectando dinero en el sistema bancario y reduciendo las tasas de interés. De la misma forma, al vender títulos reduce la oferta monetaria y aumentan las tasas de interés.
- Requerimientos de reservas: los bancos centrales pueden ordenar a la banca comercial mantener un porcentaje mínimo de sus depósitos como reserva. Al ajustar estos requerimientos de reserva, los bancos centrales pueden influir en la cantidad de dinero que los bancos pueden prestar a sus clientes, afectando así la oferta de dinero en la economía.
- Directrices futuras: los bancos centrales suelen publicar las directrices que guiarán su política monetaria en el futuro. Esta información contribuye a dar forma a las expectativas que tiene el mercado sobre las tasas de interés y los movimientos del tipo de cambio. También influye en las decisiones tomadas por las empresas y los hogares.
- Intervenciones en el mercado de divisas: algunos bancos centrales pueden intervenir directamente en los mercados de divisas para estabilizar el valor de su moneda. Esto suele ocurrir en los países entre cuyas prioridades se encuentre la fijación de su tipo de cambio.
- Prestamista de último recurso: los bancos centrales actúan como prestamistas de último recurso, ofreciendo apoyo financiero a aquellos bancos comerciales que se enfrentan a crisis de liquidez. Esto asegura la estabilidad del sistema bancario y evita la irrupción del pánico en los mercados.
- Compra de activos (expansión cuantitativa): en los momentos de crisis económica los bancos centrales pueden poner en marcha programas de expansión cuantitativa mediante la adquisición de distintos activos financieros, como bonos del Estado y títulos con garantía hipotecaria. Se trata de una inyección de liquidez con la que los bancos centrales intentan prestar apoyo a los mercados financieros y estimular la actividad económica.
- Independencia: un banco central independiente es crucial para la efectividad de la política monetaria. La independencia del banco central garantiza por su parte la toma de decisiones basadas en datos económicos y orientadas al cumplimiento de sus objetivos, evitando las presiones políticas y asegurando la credibilidad de la institución y la estabilidad del sistema financiero.
Mediante el uso de todas estas herramientas los bancos centrales pueden implementar medidas de política monetaria que se alineen con su mandato dual, apoyen a los mercados financieros y, en última instancia, contribuyan a la estabilidad y al crecimiento económicos.
Política Monetaria y Política Fiscal
La política monetaria y la política fiscal son formas diferentes de influir en la economía. La política monetaria es el conjunto de las acciones tomadas por los bancos centrales, como el Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos, para controlar la oferta y el costo del dinero en la economía. La política fiscal es el conjunto de las acciones tomadas por los distintos gobiernos, como el Congreso y el presidente de los Estados Unidos, para ajustar sus niveles de gasto y presión fiscal.
Una de las herramientas fundamentales de la política monetaria estadounidense es la fijación del objetivo de tasa de interés de los fondos federales, que es la tasa de interés a la que los bancos se prestan entre sí de un día para otro los fondos procedentes de los saldos de reserva. Los saldos de reserva son los depósitos que los bancos mantienen en la Reserva Federal para cumplir sus requerimientos de reserva y para liquidar sus transacciones financieras. Al cambiar el objetivo de tasa de interés de los fondos federales, la Reserva Federal puede influir en su tasa de interés, lo que a su vez impacta en otras tasas de interés a corto plazo como las de tarjetas de crédito o las de los préstamos para la compra de vehículos o contratación de hipotecas. La Reserva Federal también puede utilizar otras herramientas para modificar la oferta monetaria y las tasas de interés, como la compraventa de divisa extranjera, títulos del Tesoro y otros activos.
Una de las principales medidas de política fiscal es la fijación de los presupuestos del Estado, donde se decide cuál será el volumen total del gasto público y la recaudación fiscal. Modificando los niveles de gasto y de presión fiscal, el gobierno puede influir en la demanda agregada y en la oferta de bienes y servicios en la economía. Por ejemplo, si el gobierno incrementa el gasto o reduce los impuestos, puede estimular la actividad económica al incrementarse la renta disponible, el consumo, la inversión y el empleo. De igual forma, si el gobierno reduce el gasto público o incrementa los impuestos, puede ralentizar la actividad económica al reducirse la renta disponible, el consumo, la inversión y el empleo.
Tanto la política monetaria como la política fiscal influyen en la economía a corto y a largo plazo. No obstante, también se enfrentan a varias limitaciones y desafíos. Por ejemplo, la política monetaria puede verse constreñida por el problema conocido como límite inferior cero, que ocurre cuando las tasas de interés ya están tan cerca del cero que no pueden reducirse más para estimular la economía. A su vez, la política fiscal puede verse limitada por el problema del techo de la deuda, que ocurre cuando el gobierno alcanza su límite legal de endeudamiento y no puede financiar su nivel de gasto o sus recortes de impuestos. Ambas políticas pueden tener consecuencias no deseadas, como inflación, deflación, efecto desplazamiento o riesgo moral.